Pavel Khlebnikov - Padrino del Kremlin Boris Berezovsky, o la historia del saqueo de Rusia. Padrino del Kremlin Paul Khlebnikov padrino

Cómo Boris Berezovsky construyó su imperio

Un extracto abreviado del libro de investigación "El padrino del Kremlin" de Paul Klebnikov, el primer editor en jefe de la revista rusa Forbes, se publicó en la revista estadounidense Forbes el 4 de septiembre de 2000.

Boris Berezovsky ocupa un lugar especial en la historia de Rusia. Como detalló Forbes en un artículo de 1996 (que llevó a Berezovsky a presentar una demanda por difamación contra Forbes), el otrora empresario automovilístico privatizó vastas industrias rusas. Arregló el financiamiento secreto de la campaña presidencial de Yeltsin y luego ayudó en la elección del sucesor de Yeltsin, Vladimir Putin. Putin declaró la guerra a los "oligarcas". ¿Podrá Berezovsky soportar la nueva amenaza a su bienestar y libertad?

Tras la caída del comunismo y el ascenso al poder de Boris Yeltsin, la empresaria estadounidense Paige Thompson viajó a Rusia en busca de nuevas relaciones comerciales. En el pasado, Thompson fue tesorero de la compañía petrolera Atlantic Richfield, que ahora forma parte de BP. No sin una parte de aventurerismo, comenzó una nueva carrera: la venta de autopartes en la antigua Unión Soviética. El éxito llegó rápidamente. En 1994, firmó un contrato de $4 millones con AvtoVAZ para vender neumáticos Goodyear. El gigante automotriz AvtoVAZ ocupaba la mitad del mercado ruso de automóviles de pasajeros. Durante las negociaciones, Thompson le pidió a AvtoVAZ que le proporcionara una carta de crédito de Western Bank que garantizara el pago. Le dijeron que la garantía sería proporcionada por el banco francés Credit Lyonne (Crdit Lyonnais).

Posteriormente, el Credit Lyonne estuvo a punto de colapsar debido a un escándalo de fraude y malversación de fondos. Pero en ese momento, el banco parecía estable y confiable, lo cual fue lo suficientemente bueno para Goodyear. Esto entonces tomó un giro inesperado. A Thompson le dijeron que tenía que cobrar la carta de crédito de Forus Services, con sede en Lausana, Suiza. En la oficina de la empresa, lo recibieron dos rusos.

“Trabajaban en una hermosa oficina medio vacía con solo muebles: escritorios y sillas vacíos”, recuerda. “Había tres o cuatro habitaciones, había una botella de Jack Daniels en la mesa y no había más personas excepto estos dos tipos y la secretaria, que hablaban en un idioma que no entendía”.

“La carta de crédito no ha sido entregada todavía. Vuelve en 2 días”, le dijeron a Thompson. Cuando finalmente recibió la carta, enumeraba los nombres de Credit Lyonnais, AvtoVAZ y su propia empresa, pero Forus Services no se mencionaba en ninguna parte.

“Fue una sorpresa”, dice Thompson. Cuando era tesorero en Atlantic Richfield y planeábamos pedir dinero prestado, levantaba el teléfono, llamaba a Chase y decía: "Queremos pedir prestado un par de cientos de millones de dólares", y ellos decían: "Estamos interesados ​​en esta oferta y me gustaría discutirla con usted". No tuve que llamar a Wilshire Financial ni a otro banco para pedir dinero prestado a Chase".

¿Quiénes son estas personas y dónde está el dinero?

Thompson se dio cuenta de que algo andaba mal aquí, la oficina medio vacía era “una empresa creada por personas influyentes de la empresa AvtoVAZ para realizar transacciones financieras, recibir pagos de AvtoVAZ y luego dividir el dinero entre ellos. Nunca supe quiénes eran estas personas".

De hecho, Boris Berezovsky, Nikolai Glushkov, director financiero de AvtoVAZ, y Andr & Cie, una gran empresa comercial suiza, fundaron Forus Services el 13 de febrero de 1992. Oficialmente, la empresa financiera se dedicaba a la venta de divisas, la apertura de líneas de crédito y otras cuestiones financieras para empresas rusas en el extranjero. Sin embargo, la empresa siguió siendo un club cerrado donde la propiedad era difícil de rastrear. Forus Holding (Luxemburgo) era propietaria de Forus en Lausana y era parcialmente propiedad de la empresa ficticia Anros. En otras palabras, al menos dos empresas ficticias cubrieron a Berezovsky y sus socios.

Forus era solo una de las empresas propiedad de Berezovsky en Rusia, Suiza, Luxemburgo, Irlanda, el Caribe y Chipre. Por lo tanto, Berezovsky podría controlar las ganancias en divisas de varias empresas industriales en Rusia. Era una red finamente elaborada, ideal para obtener dinero del erario público, administrar los flujos financieros en todo el mundo, minimizar impuestos y evitar auditorías. Hasta la fecha, varias de estas empresas, incluida Forus, han sido procesadas en Rusia y Suiza por malversación, fraude, evasión fiscal y lavado de dinero.

El negocio del automóvil en los años 90

En 1994, la principal empresa generadora de ingresos para el creciente imperio de Berezovsky era la estatal AvtoVAZ. LogoVAZ de Berezovsky era el distribuidor de automóviles más grande, vendiendo 45,000 vehículos AvtoVAZ anualmente, lo que representa aproximadamente el 10% de las ventas nacionales.

Mientras la economía rusa se derrumbaba, la industria automotriz seguía creciendo, produciendo el único producto nacional que la gente todavía estaba dispuesta a comprar. La demanda de modelos AvtoVAZ como el Lada y el SUV Niva superó constantemente la oferta. Gracias a los bajos precios de las materias primas y la mano de obra barata (los trabajadores ganaban en promedio $250 al mes, por lo general retrasados ​​varios meses), AvtoVAZ parecía estar obteniendo grandes ganancias, pero de hecho no había suficiente efectivo y las deudas crecían constantemente.

La razón fue la corrupción del sistema de mercadeo. Se formaron cientos de pequeñas empresas para vender autos y repuestos Lada; eran independientes, pero al mismo tiempo pertenecían a diferentes representantes de la dirección de AvtoVAZ.

En el verano de 1996, le pregunté al presidente de AvtoVAZ, Alexei Nikolaev, sobre el sistema de ventas en su empresa, respondió que estaba vendiendo autos con pérdidas. “En promedio, recibimos $3,500 por auto. De hecho, los costos de producción son un 30 % más altos a $4600”.

Dado que la mayoría de los concesionarios de automóviles venden el Lada por $ 7,000 o más, obtienen una ganancia del 50%, diez veces más que cualquier otro concesionario de automóviles en los EE. UU. Y esto es si tenemos en cuenta el pago de los bienes, que la planta no siempre recibió. En 1995, LogoVAZ, bajo la dirección de Berezovsky y otros distribuidores, debía a AvtoVAZ 1200 millones de dólares, un tercio de sus ingresos anuales.

No puedes simplemente empezar a vender Lada

“No se puede simplemente empezar a vender Ladas”, recuerda Page Thompson, que vendía neumáticos y aceites de motor a varios de los principales distribuidores de AvtoVAZ. “Si se le permite hacer esto, tendrá que pagar por el privilegio. Alguien podría aparecer y decirte que ahora estás trabajando con un socio".

Si los concesionarios quisieran comprar automóviles a través de AvtoVAZ, sin pasar por la estructura existente, lo más probable es que no pudieran comprar un solo automóvil o los automóviles tendrían un parabrisas roto, cables arrancados y llantas desinfladas, incluso podría perder la vida.

Thompson da el ejemplo de uno de sus clientes, un importante distribuidor de AvtozaVAZ en Moscú, Lada Strong. “Los carros estaban ubicados en dos estacionamientos, por los cuales pagó a dos grupos delictivos diferentes. Por error, uno de sus empleados movió 50 autos del lote A al lote B. Los maleantes que estaban pagando el estacionamiento "A" secuestraron al empleado y lo mantuvieron como rehén hasta que el dueño tuvo que pagar $50,000 por el "insulto", dice.

Uno de los clientes de Thompson era un concesionario en Togliatti a las puertas de AvtoVAZ, dirigido por un joven empresario. “Era un importante proveedor de automóviles Lada, repuestos y otros productos difíciles de encontrar. Cuando llegas a su oficina, lo primero que ves es un grupo de tipos duros recostados en sofás viendo dibujos animados con pistolas en las manos. Dondequiera que iba, lo acompañaba un automóvil con guardias armados”.

Thompson inició un negocio con él vendiendo autos usados ​​​​de Estados Unidos que se enviaban a Rusia. Thompson cuenta cómo este empresario se jactó de haber robado y engañado a todos, y cómo alguien de AvtoVAZ le dio autos destinados a otra persona. Según Thompson, todo el AvtoVAZ estaba corrupto. Por ejemplo, si un agente de ventas iba a organizar el envío de repuestos, tenía que pagar un soborno al gerente de ventas de repuestos. “Sé quién aceptó los sobornos”, dice Thompson.

Propiedad para nadie

Le pregunté a Alan Mair, el socio ruso de Berezovsky en Andr & Cie, sobre la corrupción desenfrenada en AvtoVAZ. “Supongo que lo mismo es cierto en otras empresas rusas, no solo en AvtoVAZ. Todo es cuestión de mentalidad: la propiedad colectiva no es de nadie”, señala.

Andr & Cie fue testigo directo de la corrupción. En 1993-94, esta empresa estaba negociando con el Banco de Comercio Internacional de Italia un préstamo de 100 millones de dólares para AvtoVAZ. Se suponía que el dinero se pagaría dentro de los 7 años a partir de las ganancias de las ventas de Lada en el mercado internacional en África. “No resultó nada”, dice Christian Marais, jefe de la sucursal de Moscú de Andr & Cie. "Porque cada gerente de la empresa AvtoVAZ tenía su propio sistema de implementación preferido".

Régimen de reexportación de automóviles

El esquema principal de Berezovsky se llamó reexportación. Los contratos de exportación de AvtoVAZ generalmente estipulaban precios más bajos para el Lada que los contratos de los concesionarios nacionales y garantizaban a los concesionarios plazos de pago de préstamos aún más largos para la planta de construcción de maquinaria (hasta un año). De hecho, Berezovsky vendió los autos a nivel nacional, sin embargo, los documentos indicaron que los autos fueron exportados y luego importados a Rusia. Su "exportación" le permitió ser pagado en dólares, mientras que la planta de construcción de maquinaria fue pagada en el rublo en constante depreciación o, peor aún, emitió un pagaré.

Le pregunté a Alan Mair por qué la planta de construcción de maquinaria vendía automóviles a Berezovsky en condiciones tan desfavorables. “Escuche, señor, el 90% de los automóviles se vendieron en Rusia exactamente en las mismas condiciones. No hay una diferencia particular en la elección de "LogoVAZ". Solo hay condiciones diferentes como resultado de las relaciones personales construidas entre personas que se llevan bien con los gerentes de AvtoVAZ”, explica.

Berezovsky, el mayor distribuidor de AvtoVAZ, construyó la "relación personal" más cercana posible. Especialmente después de que el presidente de AvtoVAZ, el director financiero y el jefe del departamento de servicio posventa obtuvieran una gran participación en LogoVAZ. En otras palabras, AvtoVAZ estaba vendiendo automóviles a Berezovsky con pérdidas, mientras que los altos funcionarios de la fábrica de construcción de maquinaria se beneficiaban personalmente como propietarios de las acciones de LogoVAZ.

Quiebra de la industria automotriz.

Mientras los distribuidores como Berezovsky prosperaban, el fabricante de automóviles se hundió constantemente en la bancarrota. A la empresa le faltaba efectivo, no podía pagar impuestos, pagar facturas de electricidad o pagar salarios. Page Thompson continuó haciendo negocios con AvtoVAZ; Hizo varios tratos exitosos, mientras que otros tratos no tuvieron éxito. Thompson decidió detenerse.

“Perdí un par de socios”, dice. Uno de mis socios de AvtoVAZ en Bishkek fue asesinado en la oficina. Mi socio en Togliatti era un gran criminal. Me di cuenta de que el juego no vale la pena.

Cuando le pregunté al presidente de AvtoVAZ, Alexei Nikolaev, sobre las bandas criminales que controlaban su red de distribución, estuvo de acuerdo en que existía ese problema. De hecho, es casi seguro que AvtoVAZ se ha convertido en una de las empresas industriales más controladas por bandidos en Rusia.

Investigaciones de sicariato

En 1994, Radik Yagutyan, jefe del departamento de investigación de la oficina del fiscal de Samara, fue asesinado poco después de que se comprometiera a investigar la situación en torno a AvtoVAZ. En 1997, el Ministerio del Interior llevó a cabo la mayor operación especial "Ciclón" durante el gobierno de Yeltsin. Las fuerzas combinadas fueron enviadas para suprimir el crimen organizado en AvtoVAZ. La redada incluyó a 3.000 agentes del Ministerio del Interior, fiscales y autoridades fiscales. Bloquearon las salidas de la gigantesca fábrica y se incautaron de archivos informáticos. La redada reveló evidencia de que los bandidos asociados con AvtoVAZ llevaron a cabo 65 asesinatos por contrato de gerentes, distribuidores y competidores de la compañía. Se abrieron causas penales.

En febrero de 1999, un incendio destruyó la oficina del departamento principal del Ministerio del Interior para la región de Samara, responsable de realizar una investigación sobre el caso de la empresa AvtoVAZ. Toda la documentación sobre el caso AvtoVAZ fue destruida; más de 50 personas involucradas en la investigación y otros empleados del Ministerio del Interior murieron en el incendio. Moscú concluyó de inmediato que el incendio fue un accidente, pero de todos modos se presentó un caso contra la gerencia de AvtoVAZ por evasión fiscal ilegal unos días después.

En tal atmósfera de anarquía, Berezovsky construyó su imperio. Era difícil imaginar que el Doctor en Ingeniería de 47 años, que dedicó la mayor parte de su vida profesional a desarrollar software para computadoras, tendría éxito en el ámbito criminal. Y, sin embargo, no habría podido sobrevivir en este negocio si no hubiera podido mantener sus ganancias de los bandidos.

Criminal "techo"

Mientras reinaba el caos en el gobierno ruso, el servicio de seguridad más efectivo disponible para un empresario resultó ser las bandas criminales. Según varios altos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, Berezovsky construyó su empresa LogoVAZ bajo la protección de una pandilla chechena, uno de los grupos del crimen organizado más peligrosos de Rusia. Se convirtieron en su "techo" en el mercado de automóviles.

Mientras tanto, sus rivales en el mercado automovilístico, controlado por otros mafiosos, estaban celosos de su éxito y de sus conexiones internas con la dirección de AvtoVAZ. Así, uno entre otros grandes empresarios que serían conocidos como "oligarcas", Berezovsky se involucró personalmente en la lucha por el poder entre las familias de gánsteres que dominan Moscú.

Uno de los primeros intentos de asesinato tuvo lugar el mediodía del 19 de julio de 1993, cuando una banda liderada por Igor Ovchinnikov allanó la sala de exposiciones del cine de Kazajstán en 105 Prospekt Lenina. Los bandidos se detuvieron en tres autos y comenzaron a disparar primero contra las ventanas. , luego a la gente en el edificio. Los guardias de Logovaz devolvieron el fuego. En cuestión de segundos, tres personas murieron (incluido Ovchinnikov) y seis más resultaron heridas.

Unos días después, le pregunté al general Vladimir Rushailo, jefe de la RUOP de Moscú, sobre lo que había sucedido. Él respondió que “El motivo del tiroteo es que la empresa: “LogoVAZ tiene su propio servicio de seguridad, y otro grupo vino a exigir dinero. El resultado era predecible".

Más tarde, cuando le pregunté a Berezovsky, respondió que recordaba el tiroteo, pero que no sabía las razones de lo que había sucedido. Luego continuó:

“Hoy asistimos a una redistribución de la propiedad sin precedentes en toda la historia de Rusia. Nadie está satisfecho: ni los que se hicieron millonarios en un día, se quejan de que no ganaron suficientes millones, ni los que no recibieron nada y, naturalmente, están insatisfechos con la situación actual. Aunque no creo que la escala del crimen supere la escala del proceso de transformación.

Igor Ovchinnikov, el cineasta de Kazajstán involucrado en el tiroteo, fue solo un peón en la guerra de pandillas. Estaba subordinado a un jefe del crimen apodado Cyclops, quien, a su vez, estaba subordinado a un grupo de mafiosos de alto nivel.

El tiroteo en el cine de Kazajstán fue solo el comienzo. En septiembre de 1993, se llevaron a cabo al menos dos ataques con granadas en el estacionamiento de LogoVAZ, como resultado de lo cual varios automóviles resultaron dañados, pero nadie resultó herido. Los periódicos rusos citaron a los detectives de la policía admitiendo que LogoVAZ se negó a cooperar en la investigación. Un oficial de policía dijo que lo sucedido es "una continuación de las guerras entre grupos del crimen organizado por el control del mercado de automóviles".

Poco se sabe qué medidas tomó Berezovsky para protegerse de la amenaza de los bandidos. El estado ruso era tan corrupto que no podía proteger a las empresas de una ola de violencia.

El mismo mes en que los bandidos atacaron la sala de exposiciones LogoVAZ en el cine, el presidente Yeltsin firmó un decreto por el que renunciaba el Ministro de Seguridad (jefe de la antigua KGB), Viktor Barannikov. Barannikov fue uno de los principales patrocinadores del empresario Boris Birshtein y su empresa Siabeko con divisiones en Toronto y Zúrich. Birshtein generosamente entregó obsequios a sus patrocinadores en el gobierno. A principios de 1993, invitó a las esposas de Barannikov y al primer subdirector del Ministerio del Interior a dar un paseo de tres días por las tiendas suizas. Las dos señoras compraron pieles, perfumes, bufandas y relojes por valor de $300.000, todo pagado por Ciabeco. En el aeropuerto tenían 20 piezas de exceso de equipaje, por las cuales pagaron $2,000 a las aerolíneas, pero Ciabeco pagó eso también. Cuando estalló el escándalo, Barannikov y el primer diputado del Ministerio del Interior fueron despedidos, pero no se les rindió cuentas.

En Lausana, el socio comercial de Berezovsky, Andr & Cie, estaba alarmado por las guerras de pandillas que estallaron en Moscú en 1993-94. Andr & Cie se había convertido en el socio estratégico de Berezovsky incluso antes de la ola de atentados y asesinatos. Pero Alan Mair puede suavizar las cosas con los empleados de Andr.

Todo esto sucedió en Rusia, pero no fue así en Suiza”, explicó. “Presentamos los hechos y... mis superiores en la empresa los aceptaron. Eso es todo. Sin duda, hubo mucha competencia en el campo automotriz en Moscú. Los bandidos usaron métodos muy crueles. No fue muy reconfortante y, en verdad, fue insoportablemente doloroso y desagradable de ver".

Andr & Cie decidió quedarse con un socio comercial ruso. Durante el invierno de 1993-1994, cuando estallaron las guerras de pandillas en Moscú, Berezovsky pasó la mayor parte de su tiempo en el extranjero. Fue a Lausana para terminar redes financieras offshore con Andr & Cie. Tan pronto como regresó a Moscú, fue asesinado de inmediato. En la puerta principal de su apartamento se colocó un artefacto explosivo que, afortunadamente, no explotó.

Al final del día, el 7 de junio de 1994, Berezovsky salió de la nueva sede de la empresa LogoVAZ en el centro de Moscú y se subió al asiento trasero del Mercedes. Su guardaespaldas estaba en el asiento delantero, al lado del conductor. Tan pronto como el automóvil comenzó a moverse, se escuchó una poderosa explosión en todo el distrito. En una calle estrecha estaba estacionado un Opel con explosivos, que fue detonado por control remoto en cuanto se acercó el auto de Berezovsky. Frente a Berezovsky, la cabeza del conductor fue volada por la explosión y el guardia resultó gravemente herido, como resultado, perdió un ojo. Varios transeúntes resultaron heridos. Berezovsky salió del auto, su ropa humeaba. Las quemaduras fueron tan graves que tuvo que pasar varios meses en una clínica suiza.

Unos días después, también volaron las oficinas del United Bank de Berezovsky. Acusó a sus rivales en la industria automotriz de usar la violencia. Nueve meses después, se sospechaba que había asesinado a uno de los productores de televisión más exitosos de Rusia. Berezovsky grabó un mensaje de video personal a Yeltsin, en el que presentó varias versiones, señalando a su principal rival en el mercado de los medios: Vladimir Gusinsky.

Nunca se encontró a los responsables de las explosiones en LogoVAZ. Al comentar sobre otro brote de violencia criminal, cerca de las puertas de LogoVAZ un año antes, el jefe de la RUOP, el general Rushailo, me dijo: “Mucha gente cree que los hombres de negocios son asesinados solo porque son hombres de negocios. Pero no es así. Las investigaciones sobre sicariato han demostrado que las víctimas estaban conectadas con las mismas personas que ordenaron su asesinato o las atacaron ellos mismos. Nadie mata a ciudadanos respetuosos de la ley, los que violan la ley pagan un alto precio”.

En marzo de 1994, el fondo de inversión Avva de Berezovsky colocó dinero en Mostorg Bank y compró dos letras de cambio por un monto de 500 millones de rublos cada una. El "Mostorg Bank" estaba controlado por el famoso bandido Sergei Timofeev (apodo: Sylvester, ya que se parece un poco al actor Sylvester Stallone). Él mismo era miembro de la conocida banda criminal de Solntsevo. El banco de Sylvester no pagó la deuda a tiempo transfiriendo este dinero al exterior.

Después de volar los autos de la compañía LogoVAZ, Berezovsky apareció en las portadas de los periódicos, lo que incluso obligó al presidente Yeltsin a hablar sobre la "suciedad criminal" que destruye Rusia. Después de eso, Mostorg Bank finalmente devolvió el dinero a LogoVAZ con intereses.

La guerra de pandillas continuó. En la tarde del 13 de septiembre de 1993, una poderosa explosión retumbó cerca de Tverskaya. La policía encontró el Mercedes 600 volado. El artefacto explosivo estaba ubicado debajo del capó del automóvil y fue activado por control remoto. El cadáver carbonizado de Sylvester fue sacado de debajo de los escombros.

Berezovsky, quien para entonces había regresado a Moscú desde Suiza, no fue sospechoso por mucho tiempo. Sylvester tenía muchos enemigos y este caso nunca se resolvió. Después de la muerte de Sylvester, cesaron los ataques de pandillas a LogoVAZ.

Traducción de Elena Olivotu

Pavel Jlébnikov

Pavel Jlebnikov.

Padrino del Kremlin Boris Berezovsky,

o la historia del saqueo de Rusia

A Jim Michaels por convertirme en periodista.


Revista Forbes - por la inflexibilidad


Musa por apoyo

Todo se derrumba, los cimientos se estremecen,
Olas de anarquía barrieron el mundo:
La marea sangrienta surge y se ahoga
Ritos sagrados de la timidez.
Para los buenos, el poder de la justicia se ha secado.
Y los malvados parecen haberse vuelto locos.

William mayordomo Yeats

Entre mis fuentes se encuentran ex miembros del Servicio de Seguridad Presidencial (SBP). En 1996 se disolvió esta estructura, pero hasta ese momento era una de las más poderosas del país. En él trabajaron unos 500 especialistas, desde fuerzas especiales hasta analistas de inteligencia, equipados con los últimos equipos de inteligencia. La tarea de la SBP no era solo proteger a Yeltsin, sino también investigar denuncias de corrupción o espionaje en los pasillos del poder.

Muchos de los que accedieron a hablarme sobre los hechos descritos en este libro pusieron una condición: no los nombrara. En ese momento, su información se usaba solo como secundaria. Si estoy hablando de eventos basados ​​en estas fuentes anónimas, esto significa que tengo confirmación de fuentes oficiales. En los raros casos en que una fuente anónima era la única fuente, también era necesario citarla. El más importante de esta serie fue la "fuente de RUOP". Este hombre es un ex oficial de alto rango del RUOP de Moscú (Departamento de Lucha contra el Crimen Organizado). No dudo de la confiabilidad de su información, pues el cargo que ocupaba le permitía saber de lo que hablaba. Además, conozco a este hombre desde 1993, y todo este tiempo me ha estado proporcionando información que fue confirmada por hechos posteriores. Por ejemplo, si dijo que fulano de tal era el líder de bandas criminales, luego resultó ser cierto, porque estas personas se convirtieron en participantes en guerras de pandillas o fueron arrestadas y sentenciadas a prisión por las fuerzas del orden occidentales.

Traté de no confiar en los materiales de los periódicos, de no tomarlos como base para mi historia. Si me refiero a los periódicos es sólo porque llevaban una crónica diaria de los hechos o imprimían entrevistas con alguno de mis héroes. En la mayoría de los casos, cuando decidí utilizar una entrevista realizada por otro periodista, este último no me entregó una grabación de la conversación con su interlocutor. De una forma u otra, creo que estas entrevistas publicadas son correctas: en primer lugar, están publicadas en periódicos con una sólida reputación, y en segundo lugar, los entrevistados dieron otra entrevista al mismo periódico varios años después. En otras palabras, asumo que si las palabras de una persona están distorsionadas en un periódico, no vendrá a este periódico con una nueva publicación.

Las fuentes más fiables del libro son sus personajes. He trabajado minuciosamente en la historia documental y oral de la era Yeltsin, pero no cabe duda de que mucho se ha quedado fuera de mi campo de visión. Seguramente habrá libros en los que se revele con más detalle la vida de mis héroes. Pero tuve la oportunidad de comunicarme con estas personas a principios de los 90, en su "era de la inocencia", cuando compartieron conmigo con franqueza, a menudo alardeando de sus hazañas criminales, y mintieron abiertamente.

Introducción

En febrero de 1997, Boris Berezovsky demandó a la revista Forbes. Este hombre apareció de repente, convirtiéndose en el hombre de negocios más rico y una de las personas más poderosas de Rusia. En diciembre de 1996, escribí un artículo sobre Berezovsky, “¿El padrino del Kremlin?”. Contrató abogados ingleses y demandó al Tribunal Superior de Londres por difamación. En el momento de la publicación de este libro, el caso no ha sido cerrado. Forbes no temía la perspectiva de un juicio y siguió publicando mis artículos sobre Berezovsky.

Me di cuenta de que su sombra cae sobre muchos eventos importantes que sacudieron a Rusia en la última década. Empecé a escuchar cintas de mis conversaciones con todo tipo de ladrones en la era de la nueva Rusia, cuyas carreras se cruzaron con Berezovsky: magnates de las materias primas que se hicieron cargo brevemente de la economía rusa; directores de fábrica que heredaron imperios industriales; jóvenes banqueros, duros y sin escrúpulos, que hicieron fortuna a través de conexiones políticas. Todas estas personas estaban en la cima cuando nadie había oído hablar de Berezovsky todavía. Estaban a la luz de Júpiter, y Berezovsky esperaba entre bastidores tras bambalinas.

Muchos magnates de los negocios rusos heredaron su riqueza de la antigua Unión Soviética, se convirtieron en millonarios empoderados, pero Berezovsky construyó su propio imperio desde cero. Muchos contribuyeron al colapso de Rusia a principios de los 90, pero Berezovsky encarnó el espíritu de la época. Nadie más podría capturar tan sutilmente las circunstancias que cambian rápidamente; Tan pronto como Rusia dio un nuevo giro en su doloroso camino hacia una economía de mercado, Berezovsky estuvo allí e inventó nuevas formas de ganar dinero. Y habiendo ingresado a la política, superó a todos aquí. Habiendo privatizado vastas extensiones de la industria rusa, Berezovsky privatizó el propio estado.

La transformación de Rusia de una superpotencia mundial en un país pobre es uno de los eventos más curiosos en la historia de la humanidad. Este accidente ocurrió en tiempos de paz en solo unos años. En términos de ritmo y escala, este colapso no tiene precedentes en la historia mundial.

Cuando Mikhail Gorbachev lanzó la perestroika y cuando Boris Yeltsin se convirtió en el primer presidente democrático de Rusia, esperaba que Rusia experimentara el mismo estallido de energía que experimentó China bajo las reformas de Deng Xiaoping. Esperaba la recuperación económica que siguió a la descolectivización de la agricultura por Pyotr Stolypin hace casi un siglo. Pero pronto me di cuenta de que todo en Rusia se está derrumbando. El gobierno de Yeltsin dejó de lado los precios y, a raíz de la hiperinflación, la mayoría de la población del país se empobreció en un abrir y cerrar de ojos. Apareció un mercado libre, pero la economía no funcionó de manera más eficiente, por el contrario, comenzó un deslizamiento inexorable hacia el abismo. Como resultado de la privatización, solo un pequeño grupo de "amigos" se hizo rico. El país fue saqueado y arruinado por nuevos propietarios.

Pavel Jlebnikov.

Padrino del Kremlin Boris Berezovsky,

o la historia del saqueo de Rusia

A Jim Michaels por convertirme en periodista.


Revista Forbes - por la inflexibilidad


Musa por apoyo

Todo se derrumba, los cimientos se estremecen,
Olas de anarquía barrieron el mundo:
La marea sangrienta surge y se ahoga
Ritos sagrados de la timidez.
Para los buenos, el poder de la justicia se ha secado.
Y los malvados parecen haberse vuelto locos.

William mayordomo Yeats

Entre mis fuentes se encuentran ex miembros del Servicio de Seguridad Presidencial (SBP). En 1996 se disolvió esta estructura, pero hasta ese momento era una de las más poderosas del país. En él trabajaron unos 500 especialistas, desde fuerzas especiales hasta analistas de inteligencia, equipados con los últimos equipos de inteligencia. La tarea de la SBP no era solo proteger a Yeltsin, sino también investigar denuncias de corrupción o espionaje en los pasillos del poder.

Muchos de los que accedieron a hablarme sobre los hechos descritos en este libro pusieron una condición: no los nombrara. En ese momento, su información se usaba solo como secundaria. Si estoy hablando de eventos basados ​​en estas fuentes anónimas, esto significa que tengo confirmación de fuentes oficiales. En los raros casos en que una fuente anónima era la única fuente, también era necesario citarla. El más importante de esta serie fue la "fuente de RUOP". Este hombre es un ex oficial de alto rango del RUOP de Moscú (Departamento de Lucha contra el Crimen Organizado). No dudo de la confiabilidad de su información, pues el cargo que ocupaba le permitía saber de lo que hablaba. Además, conozco a este hombre desde 1993, y todo este tiempo me ha estado proporcionando información que fue confirmada por hechos posteriores. Por ejemplo, si dijo que fulano de tal era el líder de bandas criminales, luego resultó ser cierto, porque estas personas se convirtieron en participantes en guerras de pandillas o fueron arrestadas y sentenciadas a prisión por las fuerzas del orden occidentales.

Traté de no confiar en los materiales de los periódicos, de no tomarlos como base para mi historia. Si me refiero a los periódicos es sólo porque llevaban una crónica diaria de los hechos o imprimían entrevistas con alguno de mis héroes. En la mayoría de los casos, cuando decidí utilizar una entrevista realizada por otro periodista, este último no me entregó una grabación de la conversación con su interlocutor. De una forma u otra, creo que estas entrevistas publicadas son correctas: en primer lugar, están publicadas en periódicos con una sólida reputación, y en segundo lugar, los entrevistados dieron otra entrevista al mismo periódico varios años después. En otras palabras, asumo que si las palabras de una persona están distorsionadas en un periódico, no vendrá a este periódico con una nueva publicación.

Las fuentes más fiables del libro son sus personajes. He trabajado minuciosamente en la historia documental y oral de la era Yeltsin, pero no cabe duda de que mucho se ha quedado fuera de mi campo de visión. Seguramente habrá libros en los que se revele con más detalle la vida de mis héroes. Pero tuve la oportunidad de comunicarme con estas personas a principios de los 90, en su "era de la inocencia", cuando compartieron conmigo con franqueza, a menudo alardeando de sus hazañas criminales, y mintieron abiertamente.

Introducción

En febrero de 1997, Boris Berezovsky demandó a la revista Forbes. Este hombre apareció de repente, convirtiéndose en el hombre de negocios más rico y una de las personas más poderosas de Rusia. En diciembre de 1996, escribí un artículo sobre Berezovsky, “¿El padrino del Kremlin?”. Contrató abogados ingleses y demandó al Tribunal Superior de Londres por difamación. En el momento de la publicación de este libro, el caso no ha sido cerrado. Forbes no temía la perspectiva de un juicio y siguió publicando mis artículos sobre Berezovsky.

Me di cuenta de que su sombra cae sobre muchos eventos importantes que sacudieron a Rusia en la última década. Empecé a escuchar cintas de mis conversaciones con todo tipo de ladrones en la era de la nueva Rusia, cuyas carreras se cruzaron con Berezovsky: magnates de las materias primas que se hicieron cargo brevemente de la economía rusa; directores de fábrica que heredaron imperios industriales; jóvenes banqueros, duros y sin escrúpulos, que hicieron fortuna a través de conexiones políticas. Todas estas personas estaban en la cima cuando nadie había oído hablar de Berezovsky todavía. Estaban a la luz de Júpiter, y Berezovsky esperaba entre bastidores tras bambalinas.

Muchos magnates de los negocios rusos heredaron su riqueza de la antigua Unión Soviética, se convirtieron en millonarios empoderados, pero Berezovsky construyó su propio imperio desde cero. Muchos contribuyeron al colapso de Rusia a principios de los 90, pero Berezovsky encarnó el espíritu de la época. Nadie más podría capturar tan sutilmente las circunstancias que cambian rápidamente; Tan pronto como Rusia dio un nuevo giro en su doloroso camino hacia una economía de mercado, Berezovsky estuvo allí e inventó nuevas formas de ganar dinero. Y habiendo ingresado a la política, superó a todos aquí. Habiendo privatizado vastas extensiones de la industria rusa, Berezovsky privatizó el propio estado.

La transformación de Rusia de una superpotencia mundial en un país pobre es uno de los eventos más curiosos en la historia de la humanidad. Este accidente ocurrió en tiempos de paz en solo unos años. En términos de ritmo y escala, este colapso no tiene precedentes en la historia mundial.

Cuando Mikhail Gorbachev lanzó la perestroika y cuando Boris Yeltsin se convirtió en el primer presidente democrático de Rusia, esperaba que Rusia experimentara el mismo estallido de energía que experimentó China bajo las reformas de Deng Xiaoping. Esperaba la recuperación económica que siguió a la descolectivización de la agricultura por Pyotr Stolypin hace casi un siglo. Pero pronto me di cuenta de que todo en Rusia se está derrumbando. El gobierno de Yeltsin dejó de lado los precios y, a raíz de la hiperinflación, la mayoría de la población del país se empobreció en un abrir y cerrar de ojos. Apareció un mercado libre, pero la economía no funcionó de manera más eficiente, por el contrario, comenzó un deslizamiento inexorable hacia el abismo. Como resultado de la privatización, solo un pequeño grupo de "amigos" se hizo rico. El país fue saqueado y arruinado por nuevos propietarios.

¿Cómo pudo pasar esto? Todo apunta al crimen organizado ruso. Escribí artículos sobre el grotesco estilo de vida y las macabras atrocidades de los nuevos mafiosos. En mi trabajo sobre la mafia rusa, me han aconsejado más de una vez: si quieres escribir sobre el crimen organizado ruso, no le prestes demasiada atención a los pintorescos reyes de la mafia, concéntrate en el gobierno. Rusia es un estado bandolero, me dijeron, su sistema político no es más que el poder del crimen organizado.

El FBI define el crimen organizado como: "Una conspiración criminal permanente que se alimenta del miedo y la corrupción y está motivada por la codicia". La definición también incluye el siguiente párrafo: “Comete o amenaza con cometer actos de violencia o intimidación; sus acciones son metódicas, consistentes, distinguidas por la disciplina y el secreto; aíslan a sus líderes de la participación directa en actividades ilegales con la ayuda de capas burocráticas; tratan de influir en el gobierno, la política y el comercio a través de la corrupción, el soborno y medios legales; su objetivo principal es la ganancia económica, no solo a través de empresas aparentemente ilegales... sino también a través del lavado de dinero deshonesto y la inversión en negocios legítimos.

Escribir una historia coherente de los hechos delictivos en la era de Yeltsin no es tarea fácil. Casi ningún asesinato de alto perfil fue resuelto. Incluso el pasado criminal de muchos de los personajes es difícil de descubrir: un problema al que se enfrentaron las fuerzas del orden fue que algunos excriminales bien conectados lograron robar sus expedientes, destruyendo los rastros de sus crímenes. El código penal ruso contenía muchas ambigüedades y lagunas. Muchas transacciones financieras que se considerarían delictivas en Occidente (algunos tipos de sobornos, fraude, malversación de fondos, extorsión) a menudo no son un delito en Rusia.

Los bandidos rusos tampoco temen particularmente a la policía, porque tienen defensores en la cima. En el nivel más bajo de la comunidad criminal típica en Rusia se encuentran los "deportistas callejeros" que extorsionan a los vendedores de tiendas de campaña, dueños de restaurantes, etc. estas personas informan a los líderes que operan a nivel de toda la ciudad; estos últimos, a su vez, reportan a los jefes a nivel nacional. En todos los niveles, los bandidos tienen su propia gente en los organismos estatales, desde la estación de policía local o la oficina de impuestos hasta alcaldes y gobernadores. Y así hasta lo más alto, hasta el entorno del presidente.

Resumen

A los lectores se les ofrece una traducción del libro de Pavel (Paul) Khlebnikov, que se convirtió en un éxito de ventas en Estados Unidos en agosto del año pasado. El autor es editor senior de la revista Forbes y ha estudiado la situación política y económica en la nueva Rusia durante muchos años. Al realizar su investigación, se reunió con personas en el poder, con periodistas, oficiales de inteligencia. Los héroes de la historia no son solo Boris Berezovsky, sino también otras figuras familiares de la última década de nuestro país. Después de leer este libro, aprenderá los secretos de la Familia, los antecedentes de la guerra de Chechenia, los misterios de muchos escándalos económicos. La investigación periodística de Pavel Khlebnikov es un intento de responder a la pregunta de quién tiene la culpa de todos los problemas en Rusia. El libro está destinado al lector general.

Pavel Jlebnikov.

Introducción

Tiroteo en el cine "Kazajstán"

ladrones en la ley

la guerra comienza

Casino "Cereza"

superpotencia del crimen

Explosión en LogoVAZ

Las reformas de Gorbachov

dosel de rublo

Los primeros pasos de Boris Berezovsky en los negocios.

Nueva misión de la KGB

Conexión con Lausana

Muerte en el patio

Decisión de liquidar la Unión Soviética

Las reformas de Gaidar

"Zhigulí" a la venta

"Desmantelamos todo"

"Tendremos que apretarnos el cinturón"

Muerte de una nación

Amigo de la familia

fuego en el parlamento

Anatoly Chubais privatiza Rusia

"No violamos ninguna ley"

El carro de la gente

"La manifestación más llamativa de la corrupción en Rusia"

Enemigo

"¡Bozal en la nieve!"

intento de asesinato

"Moscú está gobernada por la escoria"

Berezovsky se convierte en un magnate de los medios

"Nuestro interés aquí es obvio"

yerno de Yeltsin

Compañía misteriosa en Dublín

"El sentido de la vida está en expansión"

rockefeller ruso

cuerpo en el rio

Subastas de acciones por acciones

Subasta para la venta de acciones de Sibneft

“El gobierno debe expresar los intereses de las empresas”

"No cederemos el poder"

Reunión en la casa de acogida "LogoVAZ"

"No es una cantidad seria"

"Aplastaron sus cerebros"

monedas a la gente

Fundación Nacional del Deporte

Tácticas de intimidación

Reclutamiento del General Lebed

Caja con dinero

Fedorov se mantiene con vida

"O se callan o te meto en la carcel"

ciudad divertida

Berezovsky obtiene un asiento en el gobierno

comercio de rehenes

"Esto es una comedia y sigue siendo una comedia"

Nuevas reglas del juego

Escuchar a escondidas al presidente

la orden de arresto

Triunfo de Berezovsky

Segunda Guerra Chechena

magnates de aluminio

Inmunidad

Pavel Jlebnikov.

Padrino del Kremlin Boris Berezovsky,

o la historia del saqueo de Rusia

A Jim Michaels por convertirme en periodista.

Revista Forbes - por la inflexibilidad

Musa por apoyo

Todo se derrumba, los cimientos se estremecen,

Olas de anarquía barrieron el mundo:

La marea sangrienta surge y se ahoga

Ritos sagrados de la timidez.

Para los buenos, el poder de la justicia se ha secado.

Y los malvados parecen haberse vuelto locos.

William mayordomo Yeats

Entre mis fuentes se encuentran ex miembros del Servicio de Seguridad Presidencial (SBP). En 1996 se disolvió esta estructura, pero hasta ese momento era una de las más poderosas del país. En él trabajaron unos 500 especialistas, desde fuerzas especiales hasta analistas de inteligencia, equipados con los últimos equipos de inteligencia. La tarea de la SBP no era solo proteger a Yeltsin, sino también investigar denuncias de corrupción o espionaje en los pasillos del poder.

Muchos de los que accedieron a hablarme sobre los hechos descritos en este libro pusieron una condición: no los nombrara. En ese momento, su información se usaba solo como secundaria. Si estoy hablando de eventos basados ​​en estas fuentes anónimas, esto significa que tengo confirmación de fuentes oficiales. En los raros casos en que una fuente anónima era la única fuente, también era necesario citarla. El más importante de esta serie fue la "fuente de RUOP". Este hombre es un ex oficial de alto rango del RUOP de Moscú (Departamento de Lucha contra el Crimen Organizado). No dudo de la confiabilidad de su información, pues el cargo que ocupaba le permitía saber de lo que hablaba. Además, conozco a este hombre desde 1993, y todo este tiempo me ha estado proporcionando información que fue confirmada por hechos posteriores. Por ejemplo, si dijo que fulano de tal era el líder de bandas criminales, luego resultó ser cierto, porque estas personas se convirtieron en participantes en guerras de pandillas o fueron arrestadas y sentenciadas a prisión por las fuerzas del orden occidentales.

Traté de no confiar en los materiales de los periódicos, de no tomarlos como base para mi historia. Si me refiero a los periódicos es sólo porque llevaban una crónica diaria de los hechos o imprimían entrevistas con alguno de mis héroes. En la mayoría de los casos, cuando decidí utilizar una entrevista realizada por otro periodista, este último no me entregó una grabación de la conversación con su interlocutor. De una forma u otra, creo que estas entrevistas publicadas son correctas: en primer lugar, están publicadas en periódicos con una sólida reputación, y en segundo lugar, los entrevistados dieron otra entrevista al mismo periódico varios años después. En otras palabras, asumo que si las palabras de una persona están distorsionadas en un periódico, no vendrá a este periódico con una nueva publicación.

Las fuentes más fiables del libro son sus personajes. He trabajado minuciosamente en la historia documental y oral de la era Yeltsin, pero no cabe duda de que mucho se ha quedado fuera de mi campo de visión. Seguramente habrá libros en los que se revele con más detalle la vida de mis héroes. Pero tuve la oportunidad de comunicarme con estas personas a principios de los 90, en su "era de la inocencia", cuando compartieron conmigo con franqueza, a menudo alardeando de sus hazañas criminales, y mintieron abiertamente.

Introducción

En febrero de 1997, Boris Berezovsky demandó a la revista Forbes. Este hombre apareció de repente, convirtiéndose en el hombre de negocios más rico y una de las personas más poderosas de Rusia. En diciembre de 1996, escribí un artículo sobre Berezovsky, “¿El padrino del Kremlin?”. Contrató abogados ingleses y demandó al Tribunal Superior de Londres por difamación. En el momento de la publicación de este libro, el caso no ha sido cerrado. Forbes no temía la perspectiva de un juicio y siguió publicando mis artículos sobre Berezovsky.

Me di cuenta de que su sombra cae sobre muchos eventos importantes que sacudieron a Rusia en la última década. Empecé a escuchar cintas de mis conversaciones con todo tipo de ladrones en la era de la nueva Rusia, cuyas carreras se cruzaron con Berezovsky: magnates de las materias primas que se hicieron cargo brevemente de la economía rusa; directores de fábrica que heredaron imperios industriales; jóvenes banqueros, duros y sin escrúpulos, que hicieron fortuna a través de conexiones políticas. Todas estas personas estaban en la cima cuando nadie había oído hablar de Berezovsky todavía. Estaban a la luz de Júpiter, y Berezovsky esperaba entre bastidores tras bambalinas.

Muchos magnates de los negocios rusos heredaron su riqueza de la antigua Unión Soviética, se convirtieron en millonarios empoderados, pero Berezovsky construyó su propio imperio desde cero. Muchos contribuyeron al colapso de Rusia a principios de los 90, pero Berezovsky encarnó el espíritu de la época. Nadie más podría capturar tan sutilmente las circunstancias que cambian rápidamente; Tan pronto como Rusia dio un nuevo giro en su doloroso camino hacia una economía de mercado, Berezovsky estuvo allí e inventó nuevas formas de ganar dinero. Y habiendo ingresado a la política, superó a todos aquí. Habiendo privatizado vastas extensiones de la industria rusa, Berezovsky privatizó el propio estado.

La transformación de Rusia de una superpotencia mundial en un país pobre es uno de los eventos más curiosos en la historia de la humanidad. Este accidente ocurrió en tiempos de paz en solo unos años. En términos de ritmo y escala, este colapso no tiene precedentes en la historia mundial.

Cuando Mikhail Gorbachev lanzó la perestroika y cuando Boris Yeltsin se convirtió en el primer presidente democrático de Rusia, esperaba que Rusia experimentara el mismo estallido de energía que experimentó China bajo las reformas de Deng Xiaoping. Esperaba la recuperación económica que siguió a la descolectivización de la agricultura por Pyotr Stolypin hace casi un siglo. Pero pronto me di cuenta de que todo en Rusia se está derrumbando. El gobierno de Yeltsin dejó de lado los precios y, a raíz de la hiperinflación, la mayoría de la población del país se empobreció en un abrir y cerrar de ojos. Apareció un mercado libre, pero la economía no funcionó de manera más eficiente, por el contrario, comenzó un deslizamiento inexorable hacia el abismo. Como resultado de la privatización, enriquecido ...